jueves, 24 de noviembre de 2011

Por un segundo de tu cuerpo doy el mundo.


Escribo obsesiones en noches largas. En las que daría lo que fuera por encontarte otra noche y no dejarte ir. En las que convertiría tus ebrias miradas en terremotos. Escribo besos lentos que aún no me han dado. De los que tu suspicacia me devolverá algún día. Uno a uno todos los que prometimos. Escribo noches de Noviembre y tardes muy largas. Escribo de obsesiones en general y de ti en particular. Escribo sobre cosas que nunca te he dicho.
Sabes que me muero por ti desde que te conocí. y puede que mañana me rinda y me olvide de tí. Sabes que me sacas de quicio y que te encanto. O algún día te encantaré, no hace mucho, te encanté. Escribo sobre ti. Y tú lo sabes..

No te quiero, ironía.




viernes, 18 de noviembre de 2011

Carta a Diego de Rivera

Cierta carta que vi de casualidad en cierto saco de cierto señor, y que procedía de cierta damisela de la lejana y pinche Alemania, y que me imagino que debe ser la dama que Willi Valentiner tuvo a bien mandar aquí  vacilar con intenciones <<científicas>>, <<artísticas>> y <<arqueológicas>> me dio mucho coraje y a decir verdad celos [...]
por qué seré tan mula y rejega de no entender que las cartas, los líos con enaguas, las profesoras de... inglés, las modelos gitanas, las ayudantes de <<buena voluntad>>, las discípulas interesadas en el <<arte de pintar>>, y las <<enviadas plenipotenciarias de lejanos lugares>>, significan únicamente vaciladas, que en el fondo tú y yo nos queremos  harto, y así pasemos aventuras sinnúmeros, cuarteaduras de puertas, mentadas de madre y reclamaciones internacionales, siempre nos querremos. Creo que lo que pasa es que soy un poco bruta y un tanto cuanto zorrilla, pues todas esas cosas han pasado y se han repetido durante siete años que vivimos juntos y todas las rabias que he hecho no me han llevado sino a comprender mejor que te quiero mas que a mi propia piel, y que aunque tú no me quieres igual manera, de todos modos al me quieres, ¿no? O si no es cierto, siempre me quedará la esperanza de que sea así, y con eso me comformo...
Quiéreme tantito. Te adoro.

martes, 8 de noviembre de 2011

Tu la miel, y yo una golosa empedernida


Nose por que pero me encanta. me encanta hasta un punto que no es normal,sobrepasando cualquier limite. incluso creo que sobrepasa la realidad. es como si tuviese pequeños imanes en mi cara, estirando la comisura de mis labios a su antojo, "Boca Patosear", e incluso hacer pucheros cuando no me da lo que yo quiero. Digamos que...es el encargado de proteger mis sentimientos, una especie de Superman y yo su Lois Lane. Y eso me hace sentir boba, tonta, idiota, estupida, todos los calificativos que se te pueden pasar por la cabeza en una milesima de segundo. Pero en el fondo y no tan fondo, me encanta. igual que me encanta cada pequeño detalle suyo, desde un lunar a la parte mas oculta de su maravillosa personalidad. Y si nunca te digo nada bonito, no es por que no sea cierto, sino porque tengo miedo a que salgas corriendo .