domingo, 31 de octubre de 2010

Hemos vivido de lo bueno y lo malo, no vale la pena volver hacia el pasado.

Cuantas veces hemos deseado borrar un dia, un instante, un momento, hasta un año de nuestras vidas a borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adios. Si desearamos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase “comezar de nuevo” ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atras los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a acabar el mundo, el dolor más bonito, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?

domingo, 24 de octubre de 2010

Espero encontarte querido.


-Creo que ayer me di cuenta de algo importante, por primera vez en mi vida me paré a pensar, no se si fue una reflexión, si era una tontería o que simplemente el alcohol nunca me sentó bien. Pero empece a pensar si en realidad buscar mi felicidad en ti era lo correcto, de pequeña siempre escuche hablar de aquella media naranja, que exisitia, y de la cual dependía mi felicidad, siempre lo pensé así, no le di más vueltas, luche día a día para que esa media naranja llenara mi vida, pero lo que mis padres no me explicaron es que yo sola puedo ser feliz, sin medias naranjas sin intermediarios, porque todos los habitantes del mundo nacemos con esa cualidad, la de ser felices, solo hay que saber como explotarla.

jueves, 7 de octubre de 2010

El día a día.


Creces, maduras, vives momentos fáciles, difíciles , recuerdas, sufres, lloras, ríes, disfrutas, aprendes, te equivocas, te arrepientes, olvidas, comprendes, haces amigos, suspendes, apruebas, mientes, quieres…la vida es eso que te sucede mientras intentas hacer otros planes.
Aprenderás que los recuerdos son una de las mejores cosas de la vida, y que los objetos materiales, incluso los amigos y personas que te quieren, ellos vienen y van, te abandonen…sin embargo los recuerdos siempre estan ahi, nunca te dejan.
La experiencia y los años te enseñaran que lo mejor de una amistad es el principio y que lo difícil es mantenerla. Aprenderás que todo tiene un fin, antes o después todo acaba y a veces cuando menos te lo esperas. Con el tiempo apreciaras los detalles, esas pequeñas cosas que te hacen tan feliz, y que hacen que te des cuenta de muchas cosas.
Pasarán años y momentos vividos, entonces aprenderás que muchas cosas no tienen explicación.
Averiguarás que no es bueno acostumbrarse, porque como todo tiene un fin, aunque nos gustaría que las cosas buenas durasen pasa siempre, cuando te quitan algo, lo pasas mal y lo echas de menos. Descubrirás que las rutinas son aburridas, y que no es lo mismo si te falta a tu lado esa persona que te hace reir, que está siempre contigo en las buenas Y en las malas, con las virtudes y defectos. Porque nadie es perfecto.
Aprenderás que elegir, es abandonar otras cosas y que continuamente tienes que estar eligiendo, y dejando atrás personas que quieres. Tomarás decisiones en instantes inoportunos, elegirás lo incorrecto y en miles de ocasiones te arrepentirás. Descubrirás que las casualidades no existen, y que tu destino depende de de como tú quieres que sea.
Observaras que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Apreciaras los abrazos ajenos, y tu mayor objetivo será conseguir una sonrisa cada mañana.
Hay que tener los suficientes tropiezos que te hagan fuerte.

lunes, 4 de octubre de 2010

No hizo ninguna carta de despedida...


Se le clavó el dolor en las sienes, penetrante, taladrante. Se le llenó el cerebro de alcohol y el estómago comenzó a arderle. Tenía una botella de vodka blanco en la mano izquierda y un par de pastillas Prozac en la derecha. Le dio un trago al vodka y dejando las pastillas en el suelo, se secó el maquillaje corrido y las lágrimas con el brazo. Se encontraba sentada en su habitación, apoyada en uno de los laterales de la cama, mirando al balcón, el paisaje, las nubes grises apoderándose el cielo y rugiendo enfadadas. Sentía que el corazón le bombeaba a doscientas pulsaciones por minuto, que el hígado estaba a punto de reventarle y que se le estaba quemando la tráquea. Se le rasgaba el esófago. No podía parar de llorar, estaba borracha y además destrozada, física y emocionalmente. Se le inundaban los ojos, el mundo y las pestañas. Volvió a agarrar las dos pastillas que segundos antes había depositado en el suelo y se tragó una, la otra la dejó ahí otra vez. Con la botella aún agarraba en la mano izquierda, salió al balcón. Fuera llovía y cuando abrió la puerta y se encontró en el exterior, se dio cuenta de que haberse limpiado el maquillaje no había servido de nada, pues lo poco que había quedado había vuelto a manchar su rostro, extendiéndose por sus pálidas mejillas. El Prozac hizo que se siéntese algo aturdida. La lluvia le golpeaba la cabeza, los hombros, las manos, las costuras de su sonrisa descosida. Se sentía como una de esas personas raras, fans de la lluvia, de la música alternativa y las películas francesas; como una de esas chicas que se sentían diferentes al resto de la gente. Pero le gustaba estar bajo ese manto de gotas de agua que caían del cielo. Volvió dentro, totalmente empapada y se tendió en el suelo enmoquetado. Cogió la otra pastilla, y ante el pensamiento de tener que esperar y sufrir la agonía de los efectos del Prozac y el vodka, decidió coger unas cuántas más. Media hora después cerró los ojos y dejó de respirar. Ya era feliz. No había hecho ninguna carta de despedida, no tenía que por qué hacerlo, nadie iba a leerla. Ahora era libre del amor que sentía por él, aunque no tuviese tanto aliente para vivir su nuevo destino.
-¿Katt? ¿Eres tú?
-¡Pues claro que soy yo, tonto! ¿A que no te atreves a venir hasta aquí, aunque te tengas que poner a nadar en este lago, y mojarte toda la ropa en pleno noviembre?
-¡No, no soy capaz!
-¡Eres un cobarde!
-Vale, de acuerdo, pero tú también lo harás, recorreremos la mitad del camino ambos, ¿te parece?
-Vale... (accedió de mala gana)
* * *
-¿Contenta? Ya estamos dentro del lago.
-¿Sabes? Te... te brillan los... labios.
-Y a ti. Y también te brillan los ojos. Y las mejillas. Y las pestañas.
-Si no me besas ahora mismo te hundiré y no saldrás vivo de aquí.
-Creo que... aún soy joven para morir.

sábado, 2 de octubre de 2010

Si, soy feliz.

Hasta hace poco pensaba que habia ciertas cosas que me hacian feliz: una pulsera nueva, una camiseta, una noche de fiesta... Y ahora me doy cuenta que esas cosas que me hacían sentir feliz eran porque estaba con vosotras, tanto si es como para recorrer miles de tiendas hasta encontrar el vestido perfecto o como si es para bailar como locas hasta que nos duelan los pies y gritar nuestras canciones favoritas. Pero la verdad es que las verdaderas amigas como vosotras no se ven esos momentos, sino en los malos en los que veo como estaís alli ayudandome, pase lo que pase.

Inconformista.


-Inconformista.
Si alguna vez me pidieran que describiese al ser humano en una palabra, elegiría sin duda alguna esta, i n c o n f o r m i s t a.
A veces llego a dudar de si el inconformismo es bueno, piénsalo, partiendo de una base, ser inconformista debería ser bueno, significaría que aspiras a algo más, lo que conllevaría progresión, y que el ser humano, poco a poco vaya superándose. no?
Pero por otra parte, pienso que el inconformismo esta enteramente ligado con la infelicidad, ya que, al no conformarnos con lo que tenemos, la felicidad siempre esta un pasito más lejos de lo que ya poseemos, y nuestro afán por conseguir metas, poco a poco roza la avaricia.Y bien.. ¿felicidad o progresión?