martes, 10 de julio de 2012

Dear old me:

Vive cada minuto como si fuera el último. No desperdicies domingos de resaca en la cama. Levántate. Aprende de los errores. Pide perdón. Y sobre todo, sueña a lo grande.



No puedo prometerte que todos los días saldrá el sol, porque sería engañarte. Habrá momentos difíciles, habrá días que te duelan, pero no puedes dejar que eso tire de ti hacia abajo, somos más fuertes de lo que te puedes imaginar. Métete esto en la cabeza: la vida no es justa.


Tus sentimientos seguirán siendo extremistas, no los intentes cambiar, será una pérdida de tiempo. Cuando quieras, quiere hasta  el final y cuando te enfades, enfádate hasta el límite. Ríete hasta que te salga coca-cola por la nariz y tengas agujetas en la tripa al día siguiente pero llora como si no hubiera mañana, da igual los charcos que dejes en  el camino.


Perdóname por las cosas que no he hecho bien, por si alguna vez me dejé llevar o nos perdí en algún punto del camino, pero bueno, ya nos conoces, siempre con esas fobias y manías. No dejes que te hagan daño y si te lo hacen, aprende a perdonar.