miércoles, 28 de marzo de 2012

Porque es suyo lo que palpita a mi izquierda


El amor no desaparece nunca. La muerte no es nada, simplemente me he ido a la habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el otro lo somos siempre. Dame el nombre que siempre me has dado. Háblame como lo has hecho siempre, no emplees un tono diferente. No adoptes un aire solemne o triste. Sigue riéndote de lo que nos hacía reír juntos. Sonríe, piensa en mí, reza por mí. Que mi nombre sea pronunciado en casa como lo fue siempre, sin énfasis de ninguna clase, sin nada sombrío. La vida significa todo lo que ha significado siempre: una continuidad que no se detiene. El hilo no se ha cortado. ¿Por qué habría yo de estar fuera de tu pensamiento simplemente porque estoy fuera de tu vista? Te espero, no estoy lejos, justo del otro lado del camino. Como ves, todo está bien