lunes, 4 de octubre de 2010

-¿Katt? ¿Eres tú?
-¡Pues claro que soy yo, tonto! ¿A que no te atreves a venir hasta aquí, aunque te tengas que poner a nadar en este lago, y mojarte toda la ropa en pleno noviembre?
-¡No, no soy capaz!
-¡Eres un cobarde!
-Vale, de acuerdo, pero tú también lo harás, recorreremos la mitad del camino ambos, ¿te parece?
-Vale... (accedió de mala gana)
* * *
-¿Contenta? Ya estamos dentro del lago.
-¿Sabes? Te... te brillan los... labios.
-Y a ti. Y también te brillan los ojos. Y las mejillas. Y las pestañas.
-Si no me besas ahora mismo te hundiré y no saldrás vivo de aquí.
-Creo que... aún soy joven para morir.

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