viernes, 27 de enero de 2012

Porque si no te tengo reviento, quiero hacertelo muy lento.


Descubrí que el paraiso puede encontrarse en el tacto de una piel suave, que las caricias son más fuertes que los golpes, que los besos pueden hacerte volar; descubrí que había sentimientos insospechados en mi interior, que se puede reír y llorar al mismo tiempo, que es tan excitante querer como ser querido.

No hay comentarios: